Friday, December 05, 2008

Bleh

¿Ya tocamos fondo?

Mal no me ha ido, o no lo suficiente como para que valga la pena quejarme. Por fortuna, a pesar de que han habido grandes cambios en mi vida personal (unos para bien, otros no tanto..)...aquí seguimos.

Desafortunadamente, Noviembre terminó en una serie de notas bastante desalentadoras que, más que entristecerme, me han dejado aturdida hasta el momento. No sé qué pensar más allá de ‘bleh’.

Pero la verdad es que ya no siento nada.

He andado desaparecida intencionalmente..o mejor dicho, sin ánimos de venir a desahogarme en el blog. No le veo provecho.

Miércoles
Versión Corta: Wachos, Wachos Everywhere

Llegué a la casa un poco tarde, como a las 6:30 pm. Entré y mi intención era cambiarme solamente e ir a visitar a mi hermano y cuñada, por lo que entré y no cerré con candado la reja de la calle ni la metal de la casa, aunque sí la interior de madera.

Prendí luces del primer piso y subí a mi cuarto a cambiarme. Me quité el pantalón y el plan era ponerme unos pants y largarme, pero en cuanto vi la cama decidí descansar ‘un ratito nomás’. Me trepé a la cama y me cobijé y me valió la luz encendida del cuarto.

Una media hora después despierto no sé por qué, quizá algún ruido, y en la puerta hay tres soldados—dos con pasamontañas—armados viéndome.

Total, para no hacerla larga, vinieron buscando a un vecino (al de hace unos meses), pero comenzaron a revisar algunas casas. Vieron la mía y que estaban encendidas varias luces y las puertas sin candado, y como hablaron y nadie salía, creyeron que alguien se estaba escondiendo. Ah, y creyeron que estaba muerta, por aquello de que todo prendido, desmadre en la casa y yo tirada en la cama sin responder. He ahí su razonamiento, en todo caso.

Fueron los diez minutos más bizarros y vergonzosos que he tenido en bastante tiempo, considerando que me enredé la cobija alrededor del cuerpo y esperé pacientemente mientras otros wachos revisaban mis cosas en el primer piso.

Mi perro se llevó el ‘Epic Fail’ de la noche, sin embargo, al no darme el pitazo en ningún jodido momento.


Jueves
Versión Corta: De Señales E Infraestructuras

Después de la rifada cena, me despedí de mis padres y me fui a mi casa (con un potencial caso severo, seveeeero de indigestión). Me senté frente a la computadora un rato.

Unos minutos después mi hermano señaló a una gotera casi arriba de mi cabeza, y para cuando regresé con una cubeta caía ya un chorrito de agua más persistente; voltié a ver el techo y noté que se había hinchado toda una sección.

Indecisa entre apagar y proteger mi PC o ponerle el balde cerca al techo y picarle para que cayera toda el agua de una vez, opté por salvar la PC. Dándole la espalda al chorrito, en chinga nos pusimos mi hermano y yo a desconectar cables...y a la vez de que le escuché decir “Alexis...” me cayó una fucken cascada de agua heladísima en toda la espalda.

Se desprendió un extremo del triplay (..right?) y la tabla me pasó rozando la espalda, llevándose el monitor y embarrándolo contra la pared (no le pasó nada, afortunadamente). Cuando comenzamos a mover la tabla entre los dos con cuidado, se nos fraccionó en las manos.





Después de aguantar varios de sus chistes inoportunos mientras sacábamos todas mis cosas del cuarto, me fui a cambiar toda la ropa empapada. Regresé y vi el cuarto vacío—a excepción del relleno pica-pica homicida—con algo de resignación y pesimismo. Le dije a mi hermano que no quería pasar el resto de la noche pensando en el desmadre, y que mejor nos fuéramos a jugar un poco de PlayStation a casa de mis padres para distraer mi mente de la enorme lista de tareas a completar en los días siguientes.

Cerraba con llave la reja cuando mi hermano me interrumpió para preguntarme algo, sonriendo. “¿Así...o quieres más señales para cambiarte?”

...Pendejísimo.


Regresé a mi casa la mañana siguiente para ver si con la luz del día le daba la debida perspectiva a la situación. Estaba segura de que las cosas no eran tan malas como había pensado la noche anterior.



...Nope. Eran tan jodidas como las había imaginado.


Viernes
Versión Corta: Finales No-Tan-Felices

Dediqué la mayor parte del día a seguir empacando el resto de mis cosas. El día pasó sin más, pero en la noche que dejaba algunas cajas en casa de mis padres, un familiar mío apareció y me sorprendí de verlo...doblemente cuando me dijo que las cosas parecían haber terminado con su esposa, siendo que los acababa de ver días antes y todo pintaba normal.

Dijo que se iría a pistear un rato con unos amigos en la cuadra y después vendría a platicar. Regresó después de unos minutos (y sólo una cerveza) y pasó a usar el baño. Al salir, le marcó a su esposa para preguntarle algo y decidí darle privacidad cuando parecía que la conversación iba para largo (tarifa final: cuarenta minutos con teléfono prestado ¬ ¬).

Decidió ya no regresar a chelear y se quedó mejor a vernos a mi hermano y a mí jugando PS2. Le pregunté cómo seguía a la vez de que trataba de aprender los controles del juego; y aunque después me di de topes por no prestarle la atención debida (Alan me masacraba mientras hacía el intento), pronto cayó dormido en el sillón.

Revisé que estuviera bien cobijado. Recogí su cartera, llaves y zapatos y los hice a un lado. Fui a estacionar su carro, y le traje un par de toallas limpias, jabón y shampoo.

Me sentía mal por él. Raras veces lo había visto deprimido; y aunque muchas otras nos habíamos burlado de sus problemas con sus relaciones, esta vez entendí que estaba genuinamente devastado.

Pero debo admitir que me dio algo de nostalgia por tenerlo de vuelta y estar los tres juntos...pese a las circunstancias.

Voltié a ver a Alan. “¿Cómo viejos tiempos, cierto?”

Exhaló y rodó los ojos.


UPDATE: ..Afortunadamente, hace unos días arreglaron las cosas tras muchas, muchas horas de hablar.


Sábado
Versión Corta: ...No la hay cuando de tragedias se trata

“Alex, soy yo. Te llamo nada más para avisarte, porque sé que es buen amigo tuyo. Acaba de haber una balacera por la casa de José hace como cinco minutos, y aunque no sabemos todos los detalles con certeza todavía, parece que hay heridos...y quizá hasta muertos.”

“¿Quiénes? ¿Están bien ustedes? ”

“Sí, sí. Estamos aquí en la casa. Me vinieron a avisar. Hasta ahorita todos dicen que Luis está involucrado, y acaba de haber mucho movimiento afuera de su casa; se me hace que se fueron al hospital, pero no sé cómo ande.”

“Ok, ok. No salgan. Me avisas cuando te enteres.”

“Sí.”

Minutos después, él me regresó la llamada.

“Hey.”

“¿Qué pasó?”

“Acabo de hablar con José. Él está bien.”

“Ffff...Qué bueno.”

“Le marqué al celular y le dije, ‘Hey, wey, ¿estás bien? ¿No te pasó nada?’ y me contestó, ‘Sí, wey, sí, yo estoy bien. Me mataron al Ángel. Me mataron al Ángel.’”

“¿Quién es Ángel?”

“Su hermano menor.”

“No mames...”

“...Yeah.”


Ambos permanecimos en la línea callados por un largo tiempo.



Me mataron al Ángel.


¡Mi bebé! ¿Qué le hicieron a mi bebé?

Un escalofrío general recorre mi piel siempre que recuerdo. Desde entonces, esa conversación, esas palabras, resuenan en mi cabeza. No logro...no puedo comenzar a asimilar nada parecido. Intento imaginar a mi madre en el lugar de la señora histérica gritando en la noche por su criatura, o de imaginar a cualquiera de mis dos hermanos dañados en lo más mínimo. Perdería la cordura.

Un par de días después, fui a visitar a mi hermano. Acabábamos de hablar de todo lo sucedido, de principio a fin. De momento reflexionábamos, él lavando los trastes de la noche anterior, y yo sentada en el suelo de loseta, recargada en una pared.

“Tener que enterrar a tu hijo...”

No tenía que ir tan lejos. ‘A tu hermano, González. A tu hermano,’ pensé.

“Tener que enterrar a tu hermano,” murmuró meditabundo, haciendo eco a mis pensamientos.

Sólo asentí con la cabeza. “Yeah,” dije, desganada.

Quedamos callados unos momentos. La gravedad de la discusión aún flotaba entre nosotros, tan palpable como una tercer presencia en la cocina.

Me preguntó que si quería acompañarlo a la tienda o esperarlo, y opté por la distracción. Viajamos en silencio.

·


“Todo lo que tengo...” dijo después de unos minutos, rompiendo mi concentración.

Voltié a verlo y esperé a que continuara o repitiera lo que dijo, pero no lo hizo. “¿Mande?” pregunté, confundida.

“De tratarse de mi hijo, daría todo, todo lo que tengo, a cambio de que me entregaran vivo al hijo de su puta madre responsable.”

No había necesidad de decir más. Agaché la cabeza y continuamos con el camino. Segundos después llegamos y, una vez en el estacionamiento, cambió totalmente nuestra disposición: de una actitud sombría a una ligera, bromista, como si lo hubiésemos acordado mutuamente. Si fingíamos o no, ninguno de los dos lo admitió. Lo cierto era que ambos estábamos desgastados por revivir la tragedia con argumentos inútiles e hipotéticos, que no dejaban de ser irrelevantes...ni morbosos.

Mientras caminábamos entre los anaqueles buscando el mandado, hablábamos de otras cosas. Triviales, por supuesto. Fingíamos haber dejado atrás lo otro, lo sé; o lo intentábamos, cuando menos.

De tratarse de mi hijo, daría todo, todo lo que tengo,’ escuché en mi cabeza la voz de mi hermano.

En mi interior, instintos y sentimientos hicieron un nudo alrededor de mi corazón. En vez de apretar y sofocarme con lamentos y auto-compasión, me endureció.

Sabía perfectamente mi posición al respecto.

Yo también.

Jamás lo admitiría a alguien en voz alta.

·

Creo que es un argumento a favor de que la maldad es la verdadera naturaleza del hombre: e
n nuestro interior, los demonios siempre andan sueltos.

...Sólo esperan la ocasión indicada para salir.

...Alguien diga que sí.

3 comments:

Taboo said...

primero,

madres!! Tijuana se cae a pedazos.. en cuanto ala pregunta, como dicen en la iglesia, el pecado es una sombra y como tal siempre va atada al hombre..

ahroa sin meternos en esos 'choros', creo que es lo contrario, el hombre es escencialmente bueno, en cuanto a las acciones, los malos actuan mas que los buenos, eso es indiscutible y lo estamos viviendo en el pais.. aunque la verdad esta caon...creo que las personas siempre llevan al extremo los sientimientos, igual ves a alguien extasiado de amor que muriendo literalmente de desamor.. el odio igual, uno piensa, y solo de imaginar que alguien dañe a los que amas te da un miedo combinado con un coraje desde dentro...Simplemente el que haga algo en contra de ellos se muere, y se muere varias veces..

no se que dije..


esta caon tijuana..

DEIV said...

sta cabron tijuana.....

y si, a tu pregunta. daria todo por tener a ese hijo de su pinche madre......


i q' chow te vas a cambiar de casa, cd, o algo....

Sabrina said...

reapareciendo.

Arch, lente, la neta Yo daria toto lo que tengo y no tengo. No tienes idea

Que tragedia, la verdad :'( este mundo se esta llendo al carajo si acaban pagando inocentes niños que ni vela tenían en el entierro.

:(